Temas estratégicos
Gestión sensible del espacio universitario
El espacio universitario —donde trabajamos, investigamos, estudiamos y enseñamos— es, ante todo, un lugar de contacto, intercambio y expresión. En él se manifiestan relaciones de enseñanza, aprendizaje, amistad, cuido, dependencia y reconocimiento del otro. La gestión adecuada del espacio universitario debe garantizar el derecho a habitar la universidad en condiciones de dignidad. Propongo que la gestión del territorio de la UCR se determine a partir de la sistematización de las necesidades de la comunidad universitaria y que se priorice la calidad y seguridad del espacio construido, entendidas como las bases mínimas para que las personas que habitamos la Universidad realicemos nuestra labores.
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Democratizar los procesos de toma de decisiones en materia de desarrollo de espacios e infraestructura universitaria, mediante mecanismos amplios de participación de las comunidades universitarias.
Trabajar en conjunto con la Rectoría y otros órganos administrativos en la incorporación de principios de justicia espacial, accesibilidad, bienestar y seguridad a los Planes de Ordenamiento Territorial de la Universidad y a otras estrategias de planificación del espacio universitario e impulsar la creación de espacios de encuentro, lactancia, cuido, descanso, actividad física y juego en un marco de bienestar y promoción de la salud.
Fomentar políticas de desarrollo y uso del espacio universitario que faciliten el acercamiento con las comunidades.
Asegurar, a través de la fiscalización de los procesos de contratación y construcción, calidad en los resultados de proyectos de infraestructura universitaria.
Fomentar políticas de ocupación estratégica y flexibilización de uso del espacio universitario, a partir de criterios técnicos como lo son los inventarios de desocupación, principios de funcionalidad y lineamientos internacionales en materia de uso de edificios destinados a actividades universitarias.
Promover planes de intervención y recuperación y mantenimiento para los edificios con declaratoria de interés institucional en todas las sedes de la Universidad.
Excelencia académica, y eficiencia
Para mí, la excelencia académica está íntegramente vinculada con una visión de universidad comprometida con la sociedad y consciente del papel que la Constitución Política asigna a las universidades públicas.
En el Consejo Universitario trabajaré en el diseño de marcos normativos que permitan adaptar la docencia, la investigación, la acción social y los currículos a contextos cambiantes, para facilitar el trabajo de sedes, recintos, centros de investigación, institutos y unidades académicas, con creatividad y criterio técnico. Esto exige articulación institucional: coordinación con vicerrectorías, sedes y unidades para alinear planes de estudio, investigación y acción social con políticas orientadas a asegurar la excelencia académica.
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Diseñar, en conjunto con actores especializados de la comunidad académica, una política de ciencia abierta que permita a la Universidad de Costa Rica posicionar sus aportes al conocimiento de manera contundente y ágil en contextos nacionales e internacionales (identificadores persistentes, metadatos, indexación y repositorios fortalecidos).
Impulsar el diseño e implementación de una plataforma institucionalde visibilización académica que integre los currículos de docentes, investigadoras e investigadores de la Universidad de Costa Rica. Esta herramienta deberá articularse con los sistemas existentes a nivel nacional e internacional y asegurar interoperabilidad mediante el uso de identificadores persistentes (ORCID, DOI), metadatos estandarizados y otros mecanismos de indexación.
Promover la integración de las artes y las humanidades en proyectos científico-tecnológicos y, simultáneamente, transversalizar STEAM en el currículo de las humanidades; fomentar la formación de equipos inter y transdisciplinarios mediante declaratorias de interés y estímulos dirigidos.
Establecer una política de vinculación extramuros para convocar y sumar a mujeres a STEAM y a las humanidades en colegios, comunidades y territorios.
Promover el ajuste y simplificación de marcos normativos que favorezcan la innovación y la captación de recursos sin sacrificar la función social universitaria, como, por ejemplo, las actividades que se realizan a través de vínculo externo remunerado.
Fomentar la autonomía a los nodos de investigación y acción social en la definición de sus ejes de trabajo a mediano plazo y fortalecer sus vínculos con posgrados.
Trabajar junto con otros órganos universitarios en el desarrollo de una política institucional de capacitación continua en cambios tecnológicos y cultura digital, (IA responsable, análisis de datos, ciberseguridad, accesibilidad digital, ética y tecnología).
Justicia y equidad
La Universidad debe asumir su responsabilidad histórica frente a las desigualdades internas que el sistema universitario produce. Las brechas entre áreas disciplinares, geografías y trayectorias laborales son sostenidas por marcos normativos y lógicas presupuestarias que requieren análisis y voluntad de cambio.
El trabajo por la equidad se orienta a contribuir a la distribución de recursos y oportunidades para compensar desventajas y disparidades acumuladas en sectores específicos. Este tipo de política precisa de la apertura de espacios de participación para asegurar amplia participación e implica un modelo de gestión comprometido con recoger experiencias y sensibilidades de los grupos que participan en el quehacer de la Universidad. Así, sensibilidades diversas se integran a la construcción de los marcos normativos que regulan el quehacer universitario.
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Poner en valor la diversidad de las prácticas de producción de conocimiento que ocurren en el ámbito universitario y de la heterogeneidad disciplinar propia de la Universidad de Costa Rica.
Mejorar los mecanismos de recabo de información y prácticas de consulta de reformas reglamentarias.
Reconocer el trabajo en acción social, investigación-acción, investigación-creación y el trabajo en gestión y coordinación de órganos colegiados en Régimen Académico.
Mapear las asimetrías entre sedes, unidades académicas, sectores institucionales, y personas con el fin de considerarlas en el diseño de política universitaria y en procesos de asignación presupuestaria.
Asegurar espacios de diálogo y mecanismos de participación real integrados a la toma de decisión en el órgano colegiado.
Analizar los mecanismos existentes de asignación de recursos y los reglamentos de evaluación académica, para identificar oportunidades de mejora e incorporar en ellos el enfoque de justicia y equidad.
Expansión del bienestar y la solidaridad
El bienestar y el cuido son parte fundamental de una institución que se sustenta en el quehacer y la voluntad de las personas. Esta línea comprende: atención a la salud física y mental, estabilidad financiera, cargas de trabajo balanceadas, seguridad laboral, espacios construidos que permitan el desarrollo adecuado de las actividades sustantivas, cero tolerancia a la violencia, el acoso y el hostigamiento, y la asignación de recursos que posibiliten el adecuado desarrollo de las diversas labores académicas y administrativas que convergen en el espacio universitario.
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Diseñar una política institucional de cuido: es un marco normativo que reconoce el cuido como una responsabilidad colectiva a nivel de la Universidad y garantiza condiciones para estudiar, trabajar y cuidar sin generar desventajas asociadas al cuidado de la persona y de otras personas a su cargo.
Trabajar para garantizar la estabilidad financiera y laboral de las personas universitarias, en apego a la Ley General de la Administración Pública y otros marcos legales y normativo
Explorar alternativas integrales para garantizar el bienestar de docentes e investigadores —más allá de lo salarial— mediante políticas que articulen desarrollo académico y desarrollo personal. Esto supone impulsar programas de intercambio intersedes e internacionales, fortalecer fondos y recursos para investigación y acción social, y crear espacios que reconozcan la interdependencia entre los proyectos académicos y los proyectos de vida de las personas universitarias.
Fomentar el equilibrio vida–trabajo y vida–estudio mediante políticas que fomenten prácticas laborales y de estudio sanas para prevenir la sobrecarga académica y de trabajo.
Ampliar los sistemas de atención a la salud física, emocional y mental de toda la comunidad universitaria —con énfasis en la promoción de la salud— y garantizar que la infraestructura y los recursos materiales permitan el desarrollo adecuado de las actividades sustantivas y de todas las labores de la Universidad de Costa Rica, en un marco de bienestar individual y colectivo.
Desarrollar, junto con otras instancias universitarias, campañas de sensibilización y capacitación en temas de género, cuido, inclusión y solidaridad con el otro.
Redes, regiones y terriorios UCR
La realidad del país requiere una Universidad que opere como agente de cambio a nivel territorial, que produzca conocimiento situado en el contexto costarricense y que dialogue con los sujetos colectivos de la sociedad civil a nivel nacional e internacional. En ese sentido, resulta necesario integrar de manera contundente y sistemática los aportes y sensibilidades particulares de las sedes a la creación y revisión de la política universitaria para que experiencias situadas, mediadas por realidades regionales específicas, se integren a la construcción del marco regulatorio universitario. A nivel regional, la Universidad tiene oportunidades para fortalecer su posición como nodo de producción de conocimiento y como centro de formación de personas profesionales de alto nivel, a la vez que resalta su valor como institución democrática y libre. A nivel global, el potencial de la Universidad para establecer relaciones con aliados académicos y de otros sectores requiere el desarrollo de estrategias de comunicación de amplio alcance, con el fin de que se conozcan los aportes que hace la institución en todos los niveles y ámbitos.
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Promover prácticas innovadoras de comunicación, interlocución y difusión de los aportes que hace la Universidad a nivel nacional, regional e internacional.
Fortalecer las sedes regionales como núcleos de investigación, extensión y acción social en diálogo con sus comunidades como lo dictan los artículos 108 y 109 del Estatuto Orgánico.
Poner en valor el papel de las sedes regionales y sus recintos como actores sociales y políticos en las comunidades con las que se relacionan.
Apoyar iniciativas editoriales y de difusión del quehacer universitario que apunten a la excelencia académica y que sirvan para posicionar a la Universidad a nivel regional.
Declarar de interés institucional las acciones orientadas a mitigar los efectos del cambio climático en el territorio costarricense y a asegurar la seguridad alimentaria a escala nacional y centroamericana, articulando múltiples proyectos y aportes existentes.
Incorporar la experiencia de personas jubiladas y eméritas en procesos de diseño de política de trabajo con comunidades y grupos específicos.